¿Con qué acompaño mis platos?
La correcta preparación de salsas y aderezos es, sin duda, la mejor garantía para obtener platos exquisitos y muy bien servidos. Ocho cosas a tener en cuenta:
1. Aceite de oliva con dientes de ajo
El aceite por sí solo puede sustituir a la más elaborada de las salsas. Para ello, sólo hay que llenar una botella de cristal con aceite de oliva y añadir varios dientes de ajo enteros y previamente pelados.
2. Remueve las salsas con un tenedor
Para que no se formen grumos en las salas preparadas con harina, utilizar, en vez de la tradicional cuchara de madera para removerla, un tenedor en cuya punta se haya clavado previamente una patata cruda y pelada.
3. ¿Salsa agridulce? Reduce el vinagre con azúcar
Para obtener una salsa agridulce hay que ir reduciendo vinagre con azúcar, hasta obtener un jarabe. El vinagre más apropiado es el de arroz o el de manzana.
4. La mostaza no tolera ebullición y cocción
Su peculiar sabor enriquece cualquier plato, pero siempre se debe añadir al final de una salsa, pues no tolera la ebullición ni la cocción.
5. ¿Demasiado líquida o demasiado espesa?
Para espesar una salsa demasiado líquida hay que añadir copos de puré de patata. Si está demasiado espesa, basta con diluirla con un poco de agua o de leche.
6. Flambea el vino para quitarle acidez
Siempre es aconsejable flambear previamente el vino para quitarle su acidez.
7. Si la bechamel está reseca, pincela con aceite
Si se ha preparado con antelación y está un poco reseca, pincela la superficie con un poco de aceite de oliva.
8. Sustituye la nata por leche en polvo
Ingrediente principal de muchas salsas para carne, se puede sustituir por una mezcla de leche en polvo y agua disuelta a partes iguales
Via womansdayspain.es