Los nuggets suelen gustar mucho a los peques y en casa se han convertido en el modo perfecto de servir pescado y verduras sin que nadie chiste. Es que estos nuggets de merluza y calabacín son deliciosos, crujientes por fuera y jugosos por dentro, además de muy ligeros y saludables ya que los preparamos al horno.
Ya os habíamos mostrado unos sabrosos nuggets de merluza pero en ese caso eran fritos, hoy los prepararemos al horno, del mismo modo que hemos hecho con los nuggets de pollo rebozados con copos de maíz, lo que les da esa cubierta tan doradita y crujiente. Además agregamos calabacín, por lo que el sabor resulta aún más suave.
Yo he utilizado filetes de merluza congelados, también podéis usarlos frescos pidiendo al pescadero que os quite bien las espinas, o reemplazar la merluza por otro pescado blanco.
Nuggets de merluza y calabacín al horno
Ingredientes para unos 25 nuggets
500 gr de filetes de merluza
3 calabacines medianos
3 rebanadas de pan de molde
2 cucharadas de harina
sal y pimienta
para el rebozado
2 huevos
harina
aprox. 300 gr de copos de maíz
Cómo hacer nuggets de merluza y calabacín
En el robot de cocina trituramos la merluza, los calabacines y el pan cortados en trocitos. Colocamos la pasta en un bol y condimentamos con sal y pimienta. Agregamos la harina y mezclamos bien. Con las manos mojadas, vamos cogiendo la carne y le vamos dando forma de bolita, pasamos las bolitas por harina, luego por los huevos batidos y luego por los copos de maíz triturados con el robot de cocina.
Vamos colocando los nuggets en una fuente con papel de horno. Llevamos al horno precalentado a 200° por 30 minutos, girándolos a mitad de la cocción si hace falta para que se doren de ambos lados.
En mi caso he pelado los calabacines para que no se viera el verde, pero por supuesto podéis dejarlos así. El rebozado con copos de maíz es perfecto para que los nuggets queden bien crujientes sin usar ni una gota de aceite, pero si no vais a comerlos en el momento os recomiendo otro tipo de rebozado, ya que de un día para otro los copos se humedecen. Si usáis por ejemplo, pan rallado, rociad los nuggets con un poquito de aceite para que queden doraditos, y de este modo podéis comerlos también al día siguiente fríos.
Si usáis pescado fresco, se pueden congelar sin rebozar. También podéis freírlos, esto es a gusto.
Via pequerecetas.com