Ante la modificación de los hábitos alimenticios
El estilo de vida moderno ha obligado a modificar las rutinas alimenticias, pero los españoles se mantienen fieles a la dieta mediterránea, según el estudio 'Los españoles en la cocina' de la consultora Kantar Worldpanel.
El informe, que analiza la evolución de los últimos cuatro años, también revela que se está adelantando la hora de las comidas, se toman menos platos pero más completos y se cocina de forma más saludable.
Un 62,2% de las amas de casa declara que repite menús parecidos cada semana (un 5,4% más que en 2011), y los platos no han cambiado en los últimos años: los más consumidos siguen siendo la ensalada, la pechuga de pollo, las lentejas, la sopa de pasta, los macarrones, la merluza y la tortilla de patatas.
El aceite, por su parte, se ha visto perjudicado por la caída del frito como modo de preparación pero está creciendo en usos alternativos en crudo como en el desayuno y en las ensaladas.
A partir del estudio de los hábitos de consumo de 12.000 hogares, Kantar Worldpanel ha diseñado el menú típico de los españoles: leche acompañada de pan, galletas o bollería en el desayuno; fruta a media mañana; ensalada y pollo a la plancha para el almuerzo; zumo y bocadillo o bollería para la merienda de los niños; sopas y cremas para cenar, y un capricho dulce antes de acostarse.
La dieta mediterránea incide no sólo en la forma de consumir, sino también en los hábitos de compra. De este modo, las frutas y hortalizas son el producto de mayor rotación en el hogar: los hogares españoles acuden 113 veces al año a comprar algún producto de fruta y hortaliza, ante las 95 veces que se compra pan fresco, las 54 de la carne fresca (una vez por semana), las 45 de la charcutería o las 28 veces del pescado y marisco fresco.
La preocupación por la salud se traslada de forma creciente a la forma de cocinar de los españoles. En los últimos cuatro años, los fritos han caído como modo de preparación, mientras que están creciendo alternativas más saludables como la plancha, los hervidos o los alimentos sin cocinar como las ensaladas. También se ha adelantado la hora de todas las comidas: crecen los desayunos antes de las 9, las comidas antes de las 14h y las cenas antes de las 22h.
Se realizan nueve comidas y cenas en casa a la semana. De éstas, sólo una de cada cuatro tiene primer plato, un 6% menos que en 2011. Cada vez más se sustituye ese entrante por algo para compartir, que suele ser una ensalada, o se pasa directamente al plato principal. Cuando se prepara un plato único, las recetas más completas: se incluye un 11% más de ingredientes a cada plato respecto a 2011.
Via revistainforetail.com
La dieta mediterránea resiste en España
