Debido a la globalización alimentaria, la situación en otros países no es muy diferente a la de España con un alto consumo de alimentos de origen animal y poca presencia de frutas y verduras
España siempre ha gozado con ciertos beneficios culinarios gracias a la dieta mediterránea basada en el aceite de oliva, el consumo diario de fruta, pan y otros alimentos procedentes de los cereales y legumbres; además de los alimentos frescos, los huevos y el pescado. Sin embargo, esto hábitos por los que destacábamos los españoles podrían estar dejando de representar a nuestro país.
En el marco del Workshop Evaluación Nutricional y de estilos de vida de poblaciones, organizado por la FINUT y la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) se han puesto en común las situaciones nutricionales de diferentes países con el objetivo de unificar criterios para los estudios de consumo.
“La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), ha puesto en marcha distintas iniciativas para unificar la metodología de estas encuestas y establecer estándares para la UE con dos objetivos principales: hacer comparables los datos de consumo de alimentos en los diferentes estados miembros e iniciar un estudio paneuropeo de consumo alimentario”, ha establecido el doctor Emilio Martínez de Victoria, catedrático de Fisiología del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos “José Mataix” (INYTA) de la Universidad de Granada.
Y es que para valorar el estado nutricional de “Dieta Total” de una población es necesario analizar el consumo de alimentos. Por este motivo, en España algunos de los estudios de consumo se elaboran en base a la información de los presupuestos familiares para la compra de alimentos y en función de la cesta de la compra.
Tras el análisis de estos estudios realizados en nuestro país, el doctor Martínez de la Victoria ha añadido que “cada vez es más cercana a una dieta occidental globalizada, con alto consumo de alimentos de origen animal y escaso de frutas y verduras.”
Una tendencia que parece ser más propensa en la población adulta joven, al igual que respecto a los índices de adherencia al patrón alimentario de la Dieta Mediterránea. “La situación nutricional no es muy diferente en otros países Iberoamericanos como Chile o Argentina, ya que debido a la globalización alimentaria se está observando una occidentalización de la dieta”, ha concluido el doctor.
En definitiva, en España se ha recogido una amplia información de consumo alimentario y según los expertos, las diferencias más destacadas actualmente radican en el consumo de carnes, cereales y lácteos, los cuales son algo mayores en estos países.
Via consalud.es
La dieta mediterránea, cada vez más occidental y menos nuestra
