Los alimentos probióticos en general pueden ser beneficiosos para todo tipo de personas. Las personas que atraviesen una situación de salud delicada, de todas maneras, pueden optar por las combinaciones sinérgicas de alimentos probióticos combinados con los beneficios de los alimentos fermentados. El kéfirkraut es una de las alternativas disponibles. Se trata de una variedad de fermento que se puede hacer a partir del repollo común al que se le agrega una cantidad variable de kéfir (una bebida probiótica).
La composición nutricional del kéfirkraut es muy rica en diferentes lactobacilos, levaduras y floras benéficas para el organismo. Su preparación es muy sencilla y admite la variedad de ingredientes (además del repollo se pueden incorporar alimentos como brócoli, nabo, coliflor, remolacha, zanahoria, manzanas, semillas germinadas y diferentes algas marinas. La fermentación total del kéfirkraut se lleva a cabo a lo largo de 5 días.
Para preparar kéfirkraut se necesita un frasco de vidrio de tapa ancha, un disco de vidrio (para tapar el frasco), un repollo blanco, algas marinas, una zanahoria o manzana, algas marinas, semillas germinadas y 3 cucharadas de nódulos de kéfir previamente remojados. Se deben filetear todas las verduras y se las coloca por presión en el frasco (agregar, de forma opcional, hierbas y especias aromáticas), alternando con nódulos de kéfir.
Finalmente cubrir la parte más alta del frasco con algunas hojas de repollo, colocando el plato por encima. Proteger el frasco con una bolsa de plástico (que impida el acceso de insectos) y dejar a temperatura templada (alrededor de veinte grados centígrados). Al tercer día se debe limpiar la espuma excedente que se produzca en esta fermentación. El kéfirkraut estará listo al cuarto o quinto día dependiendo si se trata de verano o invierno (en épocas frías demora más). Antes de consumirlo se debe dejar madurar otros 4 ó 5 días en heladera. La conservación de este alimento puede llegar a los 4 meses.
Fuente: blogdefarmacia.com
Qué es el kéfirkraut
