
La alimentación de los niños es un tema que preocupa a miles de padres de familia que, diariamente, viven el desprecio por parte de sus pequeños: “¡No quiero!, ¡esto no me gusta!, ¡qué asco!”, son expresiones con las que deben lidiar al momento de darle de comer a los niños. Es más, se sabe que hoy en día, ya ni el juego del avioncito o el imitar ruidos de animales son suficientes para convencer a los niños a que abran la boca y se coman las verduras o sopas que tanto dicen odiar, pero que, inevitablemente, son indispensables para su crecimiento y desarrollo.
Además, la dinámica ha cambiado, en la actualidad no se tiene demasiado tiempo para cocinar y elaborar platillos.
Es común, que los niños no quieran comer y es importante comprobar si efectivamente los niños ya han ingerido alimento o simplemente no tienen suficiente hambre, pero nunca forzarlos ya que, se les puede crear un rechazo crónico a la comida.
Igualmente, recomiendan los nutricionistas que, se debe pensar en el futuro de los niños cuando se determina su alimentación, con el fin de evitar muchas enfermedades, derivadas de una mala y descuidada alimentación, tales como la obesidad, la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.